• INICIO >> MISIÓN >> Lo poco se convierte en mucho cuando se hace por amor
 
Parakou. Benin. Abril 2013.
Lo poco se convierte en mucho cuando se hace por amor .
Jesús Fernández de Trocóniz, SMA
 

 


 

Hace algunas jornadas, viví un día muy sentimental, uno de los días más felices de mi vida.

Cuatro niños minusválidos habían pasado la noche aquí, acompañados de sus familias, pues teníamos que llevarlos, junto con otros cuatro que traería Satur, al hospital de Boco, donde una delegación belga de "Médicos en Vacaciones Solidarias" venía a operar lo que aquí no es operable normalmente en este hospital católico de Parakou. El resto de la semana estuve visitando los pueblos de alrededor, pero de tanto pueblo y de tanto polvo cogí una bronquitis muy fuerte con bastante fiebre.

El domingo, antes de marchar para Buka, pasamos por el hospital para ver a los niños operados. Ya estaban alegres y contentos. Cuando llegamos nos dedicaron unas sonrisas que tengo grabadas en las fotos que hice. Las madres también querían hacerse fotos con nosotros.

Creo que son preciosas, sobre todo las personas y asociaciones que nos han ofrecido su colaboración. Gracias de nuevo a toda esta gente que nos ayuda a sacar a estos niños adelante y transformar su tristeza en inmensa felicidad. Dios, en casos como estos, se hace presente haciendo que participéis todos vosotros de esa felicidad.

 

El sábado, como estábamos a unos sesenta kilómetros de Parakou nos acercamos de nuevo Satur y yo a ver a los niños al hospital. Les llevamos chuches y pan. Había un grupito operado y otros estaban en la sala de espera del quirófano. Había niños venidos de todas partes y aquello parecía un hospital pediátrico. Las familias se hacen amigas y se ayudan unas a otras sabiendo que van a pasar unos meses juntas. Nosotros, a nuestros quehaceres habituales, aunque pendientes de esta magna y consoladora operación, donde se ve que lo poco se convierte en mucho cuando se hace con amor.

La evangelización es una tarea que exige entrega incondicional a Dios y a los hermanos. La fidelidad a la Misión recibida del Señor es la fuente donde el misionero encuentra la fuerza para trabajar y ponerse al lado de los últimos, de los más pobres y necesitados.

Recibid un fuerte abrazo. Jesús Fernández de Trocóniz, SMA.