RESUMEN
BIOGRÁFICO
François Steinmetz nació en Morschwiller
(Bajo-Rin), el 10 de enero de 1868. En 1882, entró en el
seminario menor SMA de Clermont-Ferrand. Estudiante de teología
en Lyon a partir de 1886, pronunció su promesa de pertenencia
a la SMA en 1887 y después fue ordenado sacerdote el 13
de julio de 1890. Para comenzar, fue nombrado profesor en
Clermont-Ferrand.
Trabajos
en África
En 1892 sus superiores lo envían al Dahomey.
Nombrado coadjutor del P. Lissner en Ouidah, aprende allí
el fongbé, la lengua vernácula regional. Para facilitar
el trabajo de los catequistas y de los misioneros, publica
un catecismo en esta lengua. Nombrado superior de la misión
de Ouidah en 1898, construye allí una catedral y el obispado.
La realización de la catedral es la viva imagen de toda
la actividad de Monseñor Steinmetz. Despliega su energía
con vistas a responsabilizar y hacer autónomos a los cristianos
del Dahomey. Recurre pues a la población local, pidiendo
al mismo tiempo la ayuda de Europa. En el mes de mayo de
1903, las obras de la catedral comienzan y los pilares de
hierro son levantados sin el menor incidente. El 9 de mayo
de 1909 será consagrada a María Inmaculada.
El 20 de enero de 1906 es nombrado Vicario
Apostólico del Dahomey. Después de su consagración episcopal
en Lyon, el 28 de octubre de 1906, vuelve al vicariato y
fija su residencia en Ouidah. Monseñor Steinmetz fundamenta
su evangelización en el desarrollo de la enseñanza, la formación
del clero indígena y la autonomía financiera de las nuevas
iglesias. En los pueblos funda escuelas primarias dirigidas
por profesores que ejercen también la función de catequista.
En las misiones más importantes implanta escuelas profesionales.
La financiación de las obras diocesanas es asegurada, en
parte, por la adquisición y explotación de 142 hectáreas
en las que hace fructificar una huerta, campos y plantaciones
de café y de palmeras de cuyo fruto se produce aceite. La
granja denominada Juana de Arco se enriqueció progresivamente
con una Escuela de Magisterio, una escuela de catequistas,
una escuela clerical e incluso una leprosería.
Fiel a las directrices del Fundador, trabaja
en la promoción del clero africano. La aparición de las
primeras vocaciones hace nacer la necesidad de una casa
adaptada a la formación de los candidatos. En 1912, Monseñor
Steinmetz decide la creación del primer seminario menor
del África occidental francesa. En 1922, viendo el número
de seminaristas, proyecta la construcción de un seminario
mayor y se lanza a la búsqueda de apoyos financieros. El
20 de julio de 1930, inaugura con alegría el seminario mayor
San Gall que acogerá a los jóvenes de todos los países vecinos.
La promoción femenina está encuadrada
por religiosas europeas y africanas. Monseñor Steinmetz
fomenta la primera congregación de religiosas dahomeanas,
las "Oblatas Catequistas Pequeñas Sirvientes de los Pobres",
fundada en 1914 por el P. Émile Barril. En 1934, presenta
su dimisión y se retira en Ouidah donde muere el 29 de marzo
de 1952 a los 84 años. Monseñor Steinmetz es considerado
hoy como el verdadero fundador de la Iglesia del Benin.
MENSAJE
DE MONSEÑOR STEINMETZ
"La iglesia de Ouidah se había quedado
demasiado estrecha para el servicio del culto incluso los
días ordinarios. Decidí entonces edificar un templo mayor.
[…] Quería una iglesia sin esos pilares interiores que impiden
la vista del altar a una parte de los fieles" (citado
por Hazoumé Paul, Cinquante ans d'apostolat au Dahomey.
Souvenirs de son Excellence Monseigneur Steinmetz 1892-1942[Cincuenta
años de apostolado en el Dahomey. Recuerdos de su Excelencia
Monseñor Steinmetz 1892-1942], Lomé 1942, 34).
"La construcción de la iglesia me proporcionó
la ocasión de reforzar mi contacto con los sacerdotes fetichistas
de mi Parroquia. Hasta entonces no recibía más que la visita
de Agnilo, el sacerdote del "Fa". Pero, en 1903 y por mediación
suya, entablé una amplia relación con todos sus colegas
de la ciudad. Nuestra iglesia debía ser construida con ladrillos
cocidos unidos con un mortero de cemento y de arena. Nuestros
cristianos se habían comprometido a proveer la tierra y
la arena que transportarían ellos mismos desde las canteras
hasta nuestra obra. El transporte sobre la cabeza era entonces
el único posible. Adolescentes, jóvenes y de otras edades,
todos sin distinción de casta o de fortuna transportaban
esta tierra de la cantera a la Misión. Era un transporte
totalmente simbólico, pues personas mayores tenían recipientes
que a penas podían contener unos cinco puñados dobles de
arena. Sus interminables paseos serpenteaban en dos filas
(los que partían y los que llegaban) en las callejuelas
de Ouidah. Había también grupos compactos que iban y venían
con cantos y alborozo. […] Estos grupos jubilosos con los
que se mezclaban personas muy distinguidas […] no tardaron
en dar envidia a los fetichistas. Se apiñaban al paso de
nuestros cristianos que iban gozosa y ruidosamente a un
trabajo voluntario" (Ídem, 38-39).
"Animado por la muy antigua voluntad
de Roma y también por la opinión del fundador de nuestra
Sociedad, emprendí la preparación del terreno, en el Vicariato
del Dahomey, para el nacimiento del Clero indígena. […]
Destellos de vocaciónes aparecieron en la cristiandad después
de nuestros sermones a través de nuestras Misiones. […]
Pudimos pues construir un seminario en 1913 gracias, en
gran parte, a la generosidad de insignes bienhechores de
las Misiones encontrados en Francia. […] Nuestra obra comenzó
con medios modestos. Fueron reunidos seis alumnos bajo la
dirección del P. Gautier en nuestra escuela apostólica que
fue abierta el 14 de febrero de 1914" (Ídem, 53-55).
"Pudimos, gracias a la insigne generosidad
del cantón de San Gall, dotar al Vicariato del Dahomey de
un hermoso seminario de dos pisos, de unos sesenta metros
de largo con una capilla en el centro. Fue inaugurado en
julio de 1930 con el nombre, como es justo, de seminario
mayor de San Gall" (Ídem, 58).
"El año 1928 vi la coronación de nuestros
esfuerzos: un hijo de este Dahomey fue elevado al sacerdocio.
La ordenación estaba proyectada para el 15 de agosto, fiesta
de la Gloriosa Asunción de la Reina del Clero. […] El seminario
y la población cristiana se preparaban activamente a festejar
el acontecimiento. Una súbita enfermedad me impidió ofrecer
de mis propias manos al Divino Maestro las primicias de
nuestro seminario. […] Debí volver a Francia un mes antes
de la ordenación. Monseñor Cessou, Vicario Apostólico del
Togo, tuvo la alegría de ordenar al primer sacerdote dahomeyano:
el P. Thomas Mulero, originario de las afueras de Porto
Novo. […] Restablecido, volví al Dahomey al año siguiente
y tuve la alegría de ordenar el 15 de septiembre de 1929
al segundo sacerdote dahomeyano: el P. Gabriel Kivi, originario
de Ouidah […]. Ordené el 15 de marzo de 1931 al P. Durand
que había hecho sus estudios en nuestros seminarios de Lyon"
(Ídem, 56).
"¿Qué es el Denario del Culto? Es la
contribución anual que todo católico debe pagar a su obispo
a fin de asegurar la subsistencia de los sacerdotes empleados
en el santo ministerio. Es un impuesto, el impuesto de la
fe. Nuestro Señor lo ha instituido: «Id, dice a sus Apóstoles,
a predicar el evangelio. No llevéis con vosotros ni oro,
ni plata, ni doble vestido. […] Si las ciudades os acogen,
quedaos allí, comed lo que os sirvan: todo obrero tiene
derecho a su salario» (Lc 10,7). […] Que nadie se engañe,
el Denario no es una obra facultativa, es una obra obligatoria
en conciencia; no es tampoco una obra suplementaria como
lo son vuestras limosnas, es una obra de justicia como lo
son el pago de vuestras deudas. San Pablo se ha valido de
ello en Corinto. […] «Si en vosotros hemos sembrado bienes
espirituales, ¿será mucho que recojamos bienes materiales?
¿Hay una profesión en la que se trabaje sin exigir salario?
[…]» (1 Cor 9-4-10)[1] (Lettre pastorale du 6 novembre 1911[Carta
pastoral del 6 de noviembre de 1911]).
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