Figuras misioneras

AUGUSTIN PLANQUE (1826-1907)

Con la gracia de Dios, nuestra obra crecerá en medio de tantas pruebas y por medio de estas pruebas. (Agustin Planque - Julio/1859)


RESUMEN BIOGRÁFICO

Agustín Planque nace el 26 de Julio de 1826 en Chemy, pequeño pueblo de la región de Lille. Ingresa en el seminario menor de Cambrai en 1841 donde permanecerá cuatro años hasta pasar al seminario mayor y comenzar sus estudios de filosofía. Fue educado en una línea de rígida austeridad por su tía Poupart, línea que se prolongó en el seminario. El 16 de marzo de 1850 es ordenado diácono y el 21 de octubre de este mismo año sacerdote.

Profesor con vocación misionera

Fue enviado como profesor al colegio Saint Winoc, y más tarde al de Marq como director de estudios. Un año más tarde ocupa la plaza de profesor de filosofía en el seminario de Arras. Pero ya desde su época de seminarista, estuvo fuertemente atraído por las misiones. Su deseo era ser misionero en Australia, pero la promesa hecha a su tía Poupart de asistirla espiritualmente en los últimos momentos de su vida, le impidió dar este paso.

Ingreso en Misiones Africanas de Lyon

El 23 de marzo de 1856 el periódico "L'Univers" publica una carta de un joven obispo francés, monseñor Brésillac, que ha regresado de la India y tiene la intención de fundar un instituto misionero. En este artículo Brésillac hace un llamamiento al clero francés para fundar una Sociedad misionera, con el objeto de evangelizar aquellas zonas de África más desfavorables y donde aún no ha penetrado la luz del Evangelio. Brésillac, prevé "que un cierto número de misioneros deberán permanecer momentáneamente en Europa para poder hacer frente a las necesidades de las Misiones". No supone pues una salida inmediata para África. Este aspecto es lo que encaja en los planes de Planque. Se ajusta a las necesidades personales, permitiéndole cumplir lo prometido a su tía.

Planque cruza varias cartas con Brésillac, durante la primavera y verano de 1856, hasta que una vez comprada por Brésillac una pequeña casa en la colina de Saint-Foy, en Lyon, decide viajar a Lyon en noviembre de este año para incorporarse a la congregación de las Misiones Africanas. El 8 de diciembre de 1856, Brésillac junto al reducido equipo de aspirantes, ofrece a la Virgen, en la capilla de Fourvière, el instituto misionero de la Sociedad de Misiones Africanas.

Brésillac elige a Planque como superior del seminario de Misiones Africanas, donde los aspirantes van llegando cada vez con mayor afluencia. Sin duda la experiencia de docente y su espíritu de disciplina y seriedad fueron factores decisivos para que Brésillac le otorgara esta tarea.

El desastre de Freetown y la responsabilidad del Superior de Misiones Africanas

Comienzan a llegar aspirantes a la casa de Lyon, y Brésillac pide a Roma partir para el Dahomey, en la costa occidental africana. Pio IX rechaza la pretensión de Brésillac por considerar muy peligrosa esta zona de África. A cambio ofrece al joven instituto el Vicariato de Sierra Leona.

En noviembre de 1858 parte el primer equipo misionero, y dos meses más tarde es el propio Brésillac quien se embarca rumbo a Sierra Leona, no sin antes advertir que en caso de pasarle algo, sería el padre Planque quien tomaría las riendas del joven instituto misionero. Desgraciadamente las previsiones de Brésillac se hicieron realidad y en junio de 1859 mueren todos los integrantes del equipo misionero llegado a Freetown víctimas de una epidemia de fiebre amarilla.

Una decisión difícil

Es así como después de la muerte del fundador, el 25 de junio de 1859, Planque se enfrenta a la difícil decisión de seguir adelante con el instituto misionero, o decididamente abandonar el proyecto de Brésillac. La situación no podía ser más desoladore: Todos los misioneros llegados a África muertos, tan solo un puñado de aspirantes en Lyon y escasos recursos económicos. La pesadumbre del fracaso de Freetown caía como una losa en las espaldas del joven Planque. Sin embargo fiel al deseo de Brésillac, Planque solicita a Roma, de nuevo, fundar la misión de Dahomey como anteriormente lo había expresado el propio Brésillac. En esta ocasión Propaganda Fidei accede a la petición, y Planque escoge entre los aspirantes a tres misioneros para ser enviados en enero de 1861: Borghero, Fernández y Edde.

La misión de Dahomey: dificultades.

En abril de 1861 llegan Borghero y Fernández a las playas de Ouidah, mientras que atrás, en Freetown, tuvieron que enterrar a su compañero de viaje, Edde, quien enfermó en la travesía, muriendo en Sierra Leona. Se fundaba de esta forma la tan anhelada por Marion Brésillac, misión de Dahomey.

La alegría de la fundación de la primera misión en Dahomey, la de Ouidah, y las siguientes de Porto-Novo, Lagos y Agoué, venía, sin embargo, acompañada de duros reveses para el trabajo apostólico. A la imposición del rey de Abomey de no poder evangelizar a los adultos nativos, se añadía la de las presiones de las autoridades de las colonias, franceses e ingleses, además de la de la oposición de los sacerdotes tradicionales que veían peligrar su influencia entre la población. Pero fue sin embargo la insalubridad de la costa la mayor preocupación para el padre Planque.

Efectivamente Planque veía como uno tras otro iban cayendo en el campo del apostolado, los jóvenes misioneros enviados desde Lyon. La media de años de vida en tierra africana para estos misioneros, era de dos años y medio. Muchos de ellos morían a los pocos días o meses de su llegada. ¿Qué hacer ante esta situación? ¿Qué pasaría por la cabeza de Planque al ver como los enviados por él morían en un espacio breve de tiempo? Ante este panorama, Planque solicitó a Roma otro territorio de misión con condiciones menos perjudiciales para la salud. Le fue concedido el vicariato de Cap-Coast, la actual Sudáfrica, junto a la isla de Santa Helena. Poco después también la SMA fue dirigida hacia Egipto. Sin embargo nunca se abandonó el territorio de Dahomey, donde el desarrollo misionero fue creciendo cada año a pesar de las dificultades.

Fundador de las hermas NDA (Nuestra Señora de los Apóstoles)

Desde un primer momento, la actividad misionera fue orientada hacia el campo de la enseñanza, fundando colegios, y el de la salud con dispensarios. Pronto Planque ve la necesidad de abrir colegios femeninos. Pero para ello necesita de religiosas que quieran abordar este trabajo junto al de los colegios masculinos de los misioneros. En un primer intento, Papetard en España trae a religiosas del Ángel Guardián al colegio de Puerto Real, y Planque hace lo propio en la casa de Lyon; pero tres años después el colegio cierra y no cuaja el intento. Son las hermanas franciscanas de Couzon las primeras que se desplazaron a Dahomey, invitadas por Planque, en 1868 para fundar el colegio femenino de Porto-Novo y en 1873 para el de Lagos. Sin embargo diferentes problemas de entendimiento con la orden religiosa franciscana, hacen que esta experiencia dure a penas unos años.

Es entonces cuando Planque se decide a fundar una orden religiosa, que esté orientada a las necesidades de la misión en África. Roma aprueba su solicitud y ve la luz la orden de las Hermanas de Nuestra Señora de los Apóstoles (NDA) en 1876.

Cuarenta y ocho años al frente de Misiones Africanas

Son más de diez mil páginas las que se conservan de la correspondencia de Planque como superior de la SMA. Etapas diferentes que afrontar, un sin fin de problemas y dificultades tanto internas como externas. Periodos de fuerte laicismo anticlerical que hizo temer sacar de Francia el seminario de Lyon (gracias a esto se desarrolló la SMA en Irlanda y se abrió el Colegio Apostólico de Santa María de Bujedo, en Burgos, España). Nuevos retos de misiones en otros puntos de la costa africana como Costa de Marfil, Togo y Gana, y un sin fin de vicisitudes que las cartas del padre Planque desvelan de una forma privilegiada.

Toda una vida con sus luces y sombras dedicada a las Misiones Africanas, donde prevaleció siempre su carácter austero, serio y de disciplina que desde niño le habían conformado. Ante todo destacar la fidelidad que mantuvo toda una vida a la memoria y el espíritu del fundador Marion Brésillac.

Murió en Lyon el 21 de Agosto de 1907 a los 81 años de edad.