Figuras misioneras

ADOLPHE PAPETARD (1818-1877)

Antes de salir de Francia para ir a África, permítame usted recurrir a la publicidad de vuestro excelente periódico para dar las gracias a los devotos españoles por la simpatía que han manifestado por la obra de las Misiones Africanas (...) España, con ese sentido exquisito de catolicismo , ha comprendido rápidamente que se trata de una obra católica y la ha juzgado como tal. Por esto los lugares por donde ha pasado el sacerdote Papetard la han aceptado como suya (carta de Brésillac al diario "La Regeneración" de Madrid. Nov/1858)


RESUMEN BIOGRÁFICO

Adolphe Papetard nació en Pierry (Francia) en 1818. Hijo de militar, cursó la estudios castrenses como su padre. Fue enviado a la guerra de Argelia a mediados del S XIX.

Respetuoso con su madre

Papetard era indiferente a los sentimientos y creencias religiosas, como una buena parte de la sociedad de aquella época. A pesar de su increencia, por respeto a su madre, accedió a llevar consigo una medalla de la Virgen Milagrosa que su devota madre le regaló, para su protección, poco antes de partir para África a las contiendas bélicas.

Un acontecimiento singular: Conversión de Papetard

El militar Papetard, combatió en tierras africanas, destacando por su valentía y destreza. En 1837, en la ciudad de Constantina (Argelia), en plena batalla con fuego cruzado, fue alcanzado por una bala que le hizo caer inconsciente. Una vez recuperado el sentido, buscando la herida, comprobó con gran sorpresa y satisfacción, cómo la bala había impactado sobre la medalla de la Virgen Milagrosa que su madre le regaló, salvando así su vida. A pesar de este acontecimiento singular, Papetard siguió siendo indiferente al hecho religioso, considerando una casualidad el haber salvado la vida.

De vuelta a Francia, en París, una tarde de paseo, le sobrevino una tormenta tan fuerte que no le quedó más remedio que refugiarse en una iglesia cercana, la parroquia de Notre Dame des Victoires. Allí al entrar pudo escuchar la oratoria que el padre Desgenettes pronunciaba sobre los favores concedidos por la Virgen a aquellas personas que portan la medalla de la Virgen Milagrosa. Papetard, en este mismo instante, reconoció en su persona las palabras del padre Desgenettes. Entró para hablar con él de su caso, y, consecuencia de esta conversación, Papetard decidió colgar las botas de militar para estudiar teología.

Sacerdote y misionero SMA

Papetard acabó sus estudios en Roma y fue ordenado sacerdote. Colaboró con el obispo de Nesqually (EE.UU), Monseñor Blanchet, en la recaudación de medios materiales para el sostenimiento de esta diócesis en América, recorriendo algunos países de Europa. Según relatos de la prensa de la época el propio Papetard trabajó de misionero en Oregón unos años.

En Roma escuchó a Monseñor Brésillac, pedir ayuda económica y colaboradores, sacerdotes y laicos, que quisieran tomar parte en el recién fundado instituto misionero de Misiones Africanas de Lyon. Papetard accedió a la petición de Brésillac, a condición de no ser enviado a África, debido a su delicado estado de salud. Sufría dolencias crónicas estomacales.

Papetard pidió a Brésillac ser enviado a Inglaterra para difundir allí el instituto de Misiones Africanas. Cuando estaba listo para partir, una recaída de su salud, le impidió realizar el viaje, siendo enviado, por prescripción médica, al sur de Francia, a Perpignan, para recuperarse. Una vez recuperado y estando a un paso de la frontera española, Papetard propuso a Brésillac entrar en España para hacer el mismo trabajo que tenía pensado en Inglaterra. Brésillac accede a la petición y es así como en marzo de 1858 llega a Barcelona, comenzando de esta forma un periplo de 7 años por toda la geografía española.

Aportación del pueblo español al desarrollo de la SMA (1858-1865)

En los periódicos y Boletines Eclesiásticos de la época, podemos evidenciar el frenético trabajo del padre Papetard por toda la geografía española. Consiguió el apoyo del Nuncio en España, Monseñor Barilli, de la totalidad del episcopado español, y de esta forma mediante triduos en las catedrales y templos más prestigiosos de las ciudades, consiguió los recursos materiales y humanos necesarios para el desarrollo de la SMA. Podemos contabilizar más de 150.000 francos y más de 25 aspirantes españoles que llegaron al Seminario de Misiones Africanas en Lyon. Si bien la mayoría de ellos fueron rechazados por el Superior del Seminario; el padre Planque.

No obstante, gracias al trabajo de animación misionera de Papetard, ingresaron en Misiones Africanas, los sacerdotes españoles, Ramón Oliveró, Bartolomé Sarrá, Francisco Fernández, Evaristo Falcó, y los hermanos laicos, Elias Martinez (médico), José Baviera, e Isidoro Mass, entre otros.

Papetard fundó también el Colegio Beato Pedro Claver, en Puerto Real, Cádiz, con el fin de instruir a niños africanos rescatados de la esclavitud en Dahomey por los misioneros Borghero y Fernández, para ser devueltos a su país con una preparación tal que fuesen, ellos mismos, agentes activos del desarrollo de su patria.

Papetard fundó también en España, la "Asociación protectora de Misiones Africanas" compuesta principalmente por personas influyentes y de la nobleza española, incluso la Reina Isabel II, facilitó algún donativo a Papetard en las dos audiencias que mantuvo en el palacio de Aranjuez, en Junio de 1858. Esta asociación dió un impulso económico vital para la SMA.

Regreso a Francia

En 1865, se cierra el colegio Beato Pedro Claver de Puerto Real, por diferentes razones, entre otras el clima anticlerical que se respiraba en España. Además Papetard ve agudizados sus problemas de salud, y decide regresar a Francia. En Niza fundará una casa de reposo para los misioneros que llegan de África con problemas de salud. En esta misma casa morirá el Padre Papetad el 7 de mayo de 1877 a los 59 años de edad.