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La alegría que os deseo
"Id, pues, id como los apóstoles, llenos
de alegría, de celo y de valor.
Estas tres virtudes serán la prueba de
que os mantenéis fieles a vuestro Maestro, que ellas os
sostendrán hasta el final en las pruebas de vuestro ministerio
que dará mucho fruto.
Esta alegría (…) no creáis que la entiendo
como una alegría bulliciosa y vana que no fue la de los
apóstoles ni la de Jesús. No es de esta alegría mundana
de la que os hablo, que alimenta la burla y es hermana de
la murmuración, que adorna las sutilezas del espíritu, hijas
del orgullo.
Esa alegría es a menudo peligrosa, casi
siempre censurable y con frecuencia engañosa, que se detiene
en los labios y no brota del corazón.
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La alegría que os deseo y que debe
ser la compañera fiel de vuestro trabajo, es la alegría
del corazón, la alegría de una conciencia pura,
la alegría del servidor fiel que se alegra de trabajar para
su maestro, la alegría de una legítima vocación que se encuentra
a gusto allí donde el Señor la ha puesto, que no envidia
nada, que no desea nada, que no añora nada porque no
tiene más que un deseo en el mundo: hacer lo que Dios quiere,
como Dios quiere, y nada más.
Retiro
a los misioneros, 238 - 239
Itinerario
Espiritual de la Misión. Monseñor Marion de Bresillac.
Navidad es la certeza,
desde la fe, de que Dios está con nosotros…,pobre y
pequeño, asumiendo nuestra realidad, amando nuestras limitaciones.
Dios se hizo Hombre
para estar con nosotros lo más cerca posible y sigue ahí,
a nuestro lado, caminando por el devenir de nuestra
existencia desde abajo, pobre y pequeño.
Es Emmanuel y nos
enseña el camino que nos lleva al pobre como lugar de encuentro
con Dios.
Esa es la fuente de
la alegría navideña.
Pepe Ferrer, SMA
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