Rogad al dueño que mande obreros
a su mies (Mt 9,38) .
"Esta plegaria la hemos hecho
con frecuencia, pero ¿qué pedimos? ¿Numerosos misioneros?
Sin duda, hacen falta, pero esto solo no será jamás suficiente.
Y veamos en qué ocasión nuestro divino Salvador pronuncia
estas palabras:
"Viendo a las multitudes, se conmovió
porque andaban maltrechas y derrengadas como ovejas sin
pastor" (Mt 9, 36).
No tenían ningún pastor. Y sin embargo
tenían misioneros, ¡y qué misioneros!
¡El mismo Jesús y sus discípulos! Jesús,
a pesar de todo, se compadece de los que no tienen todavía
pastores, pastores para ellos, pastores residiendo siempre
al lado de ellos".
|